Relato: "no se que me paso"

Mi nombre es Dami�n. Tengo una historia que hasta el d�a de hoy jam�s me hab�a atrevido a contar. Siguiendo un poco la tem�tica de los relatos que he podido leer, quiero comenzar hablando algo breve acerca de mi. Soy un chico venezolano, de 24 a�os de edad, soy estudiante, normar como cualquier otro, soy bien amable y cordial. F�sicamente soy alto, blanco, no soy gordo pero tampoco flaco, bien parecido, cara de porcelana, tengo mi novia y una que otra amiguita con derecho por hay!! Ah...y tengo frenos en los dientes (si de algo sirve la aclaratoria). Mi historia comienza as�; un d�a como cualquier otro, tocan a mi puerta un se�or, que yo conoc�a con anterioridad, puesto que este trabajaba con uno de mis primos y quer�a saber donde pod�a ubicar a este familiar m�o. Le dije no sabia. y el me dijo:- necesit� hablar con tu primo por que ma�ana voy a viajar y necesito que me acompa�e-.
-Ok- dije. No te preocupes que yo le digo. Quedo convencido de que yo le dar�a el recado a mi primo y lo hice. Le dije que Arturo lo estaba buscando para viajar .
y el me respondi�: no puedo viajar con el-.
Por que no � le dije yo- trabaja vago.
Mi primo me respondi� que no pod�a, pero que si quer�a fuera yo, total Arturo solo quer�a compa��a para un viaje largo y para que le ayudes a manejar.
Yo no lo pens� dos veces, le dije que si. �esta bien yo puedo ir y ganarme esa plata- solo dile a atruro que yo puedo ir.
Echo- dijo el. Salen a las tarde la tarde ma�ana. Efectivamente fue as�. Arturo llego nollego a la casa de mi primo, sino que llego a la m�a. Y no vacile en irme a trabajar.
Buenos d�as- me dice el- yo amablemente le respondo de la misma menera.
Durante las pr�ximas horas de camino conversamos mucho. diferentes temas se tocaron, especialmente uno que me pareci� muy extra�o. Arturo me comenz� a preguntar por mi novia, sobre si hab�a tenido sexo con ella. Me pregunto adem�s si nunca he tenido sexo con un hombre y cosas parecidas, de tajo del dije que no! Fui directo y le dije que nunca hab�a tenido sexo con un hombre y jam�s lo tendr�.
En visa de que el se percato de mi exaltaci�n me pidi� disculpas, y me dijo que no quer�a ofenderme. Es solo un comentario, adem�s no tiene nada de malo hacerlo con un hombre -me dijo-. Cerremos el tema- y perdona-.
As� fue. Ya oscurec�a, y se acercaba la hora de buscar un lugar donde dormir,. Era necesario buscar un sitio donde quedarse, por que dormir en cualquier parte de la v�a era de por si muy peligroso. Arturo decidi� ubicar un hotel conocido y bajo del carro a reservar dos habitaciones.
-por fin voy a dormir- dije. A mi encuentro llega Arturo superficialmente disgustado y me dice: -solo hay una habitaci�n, Tendremos que quedarnos con esa-.
Yo me moleste un poco, pero estaba cansado y puse resistencia, le dije que esta bien.
Avanzamos hasta la habitaci�n, era peque�a, agradable, ol�a bien, pero lo que si me molesto era que solo ten�a una cama. Comenzaba a pensar que clase de jugarreta tendr�a Arturo en mente con migo. Eso me molesto demasiado. Comenc� a imaginar lo que vendr�a y estaba dispuesto evitarlo a toda costa. No le permitir�a a Arturo sobrepasarse con migo.
Deje que el rio siguiera su cause. Estaba preparado para cualquier cosa. Arturo me dijo que dormir�amos los dos en la misma cama, que no hab�a otra soluci�n.
No conteste. Despu�s de ir al ba�o me dispuse a acostarme en mi lado de la cama, me adapte como pude al contorno del colch�n y cerr� los ojos listos para dormir. Sent� a Arturo salir del ba�o y acto seguido se dirigi� a su lado de la cama, se acost� y todo quedo en silencio. Estaba alerta y preparado para rechazar cualquier movimiento en falso, cualquier caricia proveniente de Arturo.
Los minutos pasaron. Quer�a quitarme el reloj de mi mano, pero no pude. Despert�. Abr� los ojos de par en par. Me di cuenta que estaba en mi lado de la cama. Todo estaba bien, vi mi reloj y eran las 2:15 am. Sent� en el espacio de la habitaci�n los ronquidos de aquel hombre, de contextura gruesa, algo barrig�n y robusto como de 45 a�os de edad. Comenc� a pensar en le inicio de este viaje, en la distancia que nos separaba del mundo que me conoc�a, pens� en la compa��a de Arturo, en las palabras surgidas en nuestra conversaci�n. Pens� en lo que hab�a pasado y en lo que no hab�a sucedido.
Las palabras de Arturo rondaban en mi cabeza, sus palabras indecentes me persegu�an. Me di media vuelta y vi al frente de m� la espalda de Arturo desnuda. Me asalto con mayor fuerza los pensamientos, me extra�o pensar que estaba equivocado, que Arturo no quer�a sobrepasarse con migo, que no quisiera hacerme de el, como me lo imagine.
Estaba intrigado. De pronto, entre el medio de los pensamientos, sent� la reacci�n f�sica que jam�s imagine sentir, y menos en tales circunstancias. Mi erecci�n era evidente. No se que me pasaba, pero quer�a que las cosas fueran diferentes. Desee tanto que Arturo no se sobrepasara, que termine dese�ndolo con todas mis fuerzas.
Estaba demasiado excitado. Comenc� a acariciar la espalda de Arturo lentamente, sent� su piel resbalar en ms manos, por momentos me pregunte a mi mismo: �que estoy haciendo?, pero la excitaci�n me respond�a en un tono placentero: lo que te gusta!
Fui mas lejos; comenc� a acariciar aquel pecho peludo, bajando por su abdomen hasta su pene, estaba sin b�xer. Lo acaricie una y otra vez. Sent� en mis manos aquel pene fl�cido. No paraba de acariciar su pene y pecho. Sent� como un leve movimiento movi� mi mano y tem� que Arturo despertara y se me diera cuanta de lo que estaba haciendo. Permanec� inerte por unos segundos, y me di cuenta que fue una falsa alarma. Segu�a dormido. Retome aquellos movimientos que m envergaban de placer, acaricie su pecho, bes� su espalda, acaricie sus nalgas,. Lentamente baje hasta su pene , pasando por su barriga y su vientre hasta llegar a el. Lo tome en mis manos. Me asuste. Estaba erecto, potencialmente firme y caliente. Inm�vil, pens� que podr�a estar pasando, pero no pod�a pensar, estaba demasiado excitado. Quer�a seguir acariciando aquel pene.
No sabia si Arturo habr�a despertado, quise pensar que no. Esper� unos segundos sin soltar aquella verga que me proporcionaba tanto placer. No percib� se�ales de que Arturo despertara, as� que segu� acarici�ndolo, era descomunal mente suave, estaba dura, quer�a mamarla. Suavemente apoye mis rodillas en la cama y trate de llevar mi boca hasta asta el pene de Arturo. Lo logre, estaba saladito, sabrosito. Comenc� a pajealo con mi boca. Que rico, estaba que explotaba de �xtasis.
Para mi sorpresa sent� unas caricias en mi espalda. Salte del susto.
-calma- me dijo Arturo-No tienes por que asustarte. Desde hace rato, sent� tus caricias.
Estaba muy asustado, no sabia que decir, permanec� inm�vil a un lado de la cama.
Arturo quiso tomarme de la mano, pero se la esquive. -No tengas miedo que esto adem�s de normal es muy rico -dijo Arturo con una voz muy suave.
Comenz� a pajearse en frente de m�. Lo mire con ojos devoradores, quise saltar encima de el, pero la pena mas que el miedo me embargaban. me acost� en la cama, mirando hacia el techo. Arturo contin�o pajeandose a mi lado. De pronto acaricio mi hombro, con sus manos, seguido de mi pecho, cuando menos los esperaba estaba en sima de mi bes�ndome en la boca, sacaba su lengua al encuentro con la m�a. No opuse resistencia y me deje llevar, le mame la lengua por horas, mientras le acariciaba la espalda, los muslos, las margas.
-Papi que rico besas- le dije. Dame tu guevo. Soy tu puta c�geme. Nos dimos vuelta en la cama sin despegar nuestras bocas, y compense a lamer aquel pecho peludo, no paso mucho tiempo sin que explorara el camino hasta llegar a su polla enorme y me la trague. No deje que acabara en mi boca. Abr� mis nalgas y le dije que me cogiera.- Soy tuyo papi, c�geme-le dije editado.
Me parti� en dos, sent� como me penetraba. Yo cabalgaba como una misma puta encima de aquel papasote. Sent� sus espasmos y me detuve. Le dije que no me acabara dentro. �quiero que me acabes en la boca le dije- .
R�pidamente me baje y me acost� en la cama listo y ansioso para recibir su leche rica. El adopto la posici�n del 69 y me dijo: -yo tambi�n quiero tu leche mi puta. Y me lo mamo fren�ticamente, hasta que los dos acabamos. Para sellar el encuentro nos dimos un beso con lengua he intercambiamos nuestro semen.

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